Ya estás aquí y puedo aventurarme a tratar de adivinar los motivos que te han hecho pinchar en este enlace y empezar a leer estas líneas. Como primera opción —y poco probable—, puede que hayas dado con este artículo con la esperanza de descubrir tres soluciones definitivas para alcanzar el éxito en todos y cada uno de los planes de comunicación, que o bien estás ejecutando o bien te toca pintar delante de un folio en blanco. Como segunda opción, aquella por la que yo me decantaría —y por la que tú ahora dirás que acabaste en este artículo—, creo que estás aquí después de pensar algo parecido a: “¡vaya Clickbait que se acaban de marcar estos de Asesores!”. Y querido o querida colega de la comunicación: estás completamente en lo cierto.
Diversas fuentes debaten el origen etimológico del término Clickbait, incluido en el Oxford English Dictionary desde 2016 como “material puesto en Internet para atraer la atención y animar a los visitantes a hacer clic en un enlace a una página web en particular”: mientras que algunas apuntan a que la primera aparición de la palabra tuvo lugar en 2006 en el blog personal de Jay Geiger, consultor de sistemas corporativos, otras como el diccionario Merriam-Webster defienden su existencia desde 1999. En cualquier caso, es evidente su proliferación de la mano del auge de la prensa online y que se ha convertido en un incómodo, aunque a veces hasta divertido, compañero de viaje en nuestro día a día por el mundo de la información online.
Sus orígenes estratégicos tienen tanto tiempo como la propia prensa, la publicidad o cualquier rama de la comunicación: presentar algo atractivo y que incite al receptor a querer saber más —aunque el término haya derivado en algo peyorativo— a través de un titular que no cumple con las expectativas que genera; una publicación que, pese a prometer por ejemplo “10 Cosas Que No Sabías Sobre los Gatos. La Quinta Te Sorprenderá” no nos ha enseñado nada nuevo y la quinta tampoco ha llegado a sorprendernos.
Las diferentes técnicas y verbalizaciones del gancho van evolucionando y lo que hoy llamaba la atención pronto quedará obsoleto y ya no “engañará” —mejor dicho, persuadirá— a nadie. Sin embargo, mantienen unos elementos comunes, ya por todos conocidos, y que nos permiten detectarlos con mayor o menor facilidad en función del nivel de sutileza del autor: titulares más largos y con mayor presencia de adjetivos, utilización de jerga de internet (ZASCA, LOL, XD…), montajes de imágenes o fotos no acordes al titular, las habituales expresiones como “te sorprenderá”, “la increíble reacción de” o, entre otras, vestir algo curioso de histórico como hace tan habitualmente la prensa deportiva con sus videos del regate, remate, punto o canasta “del siglo”.
Spoiler Vs Clickbait: la batalla del tráfico
No todo está perdido y hay quien se ha abanderado en la lucha contra estos ganchos en la web. Ahorrar tiempo a los usuarios de internet y que no caigan en la desilusión que supone pinchar en un enlace que te promete algo sorprendente, increíble o histórico y que luego definitivamente no cumple con las expectativas generadas, o simplemente destapar lo importante de un artículo y que está meticulosamente omitido en el titular es la misión de estos vigilantes, aunque sin capa ni antifaz, que lideran esta pequeña batalla contra el Clickbait. Algunos ejemplos de perfiles que se han dedicado al mundo del spoiler como arma contra los mensajes-gancho son @SavedYouAClick y @HuffPoSpoilers, quienes se han limitado a dar esa información por la que el usuario podría entrar en una noticia, evitando que así lo haga y por tanto generar tráfico e ingresos por publicidad justificando así la utilización de esta técnica.
Algunos ejemplos:
https://twitter.com/HuffPoSpoilers/status/1283138270436745216?s=20
https://twitter.com/SavedYouAClick/status/1270360885387841544?s=20
https://twitter.com/HuffPoSpoilers/status/1294673704232849409?s=20
Otros van todavía más allá: el estudio ‘Stop Clickbait: Detecting and Preventing Clickbaits in Online News Media’, elaborado por el Departamento de Ciencias Informáticas e Ingeniería del Instituto Indio de Tecnología de Kharagpur, asentaba las bases en 2016 de cómo la tecnología —y más concretamente el deep learning— puede analizar, detectar, avisar a los usuarios e incluso aprovechar la información para la creación de una extensión en los navegadores que permita evitar que aparezca este tipo de contenidos.
El vértigo del funambulista
Los profesionales de la comunicación nos jugamos mucho en el envoltorio, en esas primeras líneas que deben captar la atención de nuestras audiencias. Un buen titular y una atractiva presentación a ese compañero periodista, que servirá de altavoz para que pueda llegar al consumidor final de la información, se convierten en vitales para que una historia tenga relevancia o se quede en la bandeja de entrada del email de alguna redacción. Para ello, el equilibrio es fundamental. El primer impacto debe ser llamativo, pero no una trampa. Para llamar la atención sin quedarnos en el simple cebo, debemos poner las cosas fáciles a nuestros compañeros al pie del cañón en los medios: un envoltorio llamativo siempre acompañado de una información a la altura de la expectación que hemos generado.
Los últimos meses han puesto en jaque a redacciones de todos los tamaños y periodistas de diferentes medios y especialidades se han visto en equipos más pequeños, en ocasiones con reducciones de horario y un volumen de trabajo igual o superior al de antes de esta última crisis. Desde las agencias no podemos dejarles de lado: debemos seguir colaborando conjuntamente para proveerles de contenidos de calidad, atractivos y que cumplan con las expectativas de unos usuarios exigentes. No es el momento de rascar impactos con un titular simplemente llamativo; es el momento de continuar creando contenidos, buscando ángulos y generando historias que estén acordes a esos grandes titulares que invaden nuestras mentes.
Llegados a este final del post me veo en la obligación de agradecerte tu tiempo y pedirte disculpas si todavía sigues esperando las claves que —quizás— esperabas encontrar en este texto. En cualquier caso, te invito a que sigas muy atento al resto de publicaciones que están por venir en este blog, ya que seguro que pronto acabas dando con ellas. Solo estarán a un click de distancia.